El impacto del diseño de packaging en la experiencia de usuario

Cuando pensamos en el packaging, a menudo lo reducimos a un simple envoltorio o a un recurso estético para captar la atención en los lineales. Sin embargo, su impacto va mucho más allá.  

Un buen diseño de packaging no solo debe resguardar el producto, sino que también influye en la forma en que el consumidor lo percibe, lo utiliza y, en última instancia, lo recuerda. Es la primera interacción física y visual con el producto, y tiene el potencial de elevar esa experiencia a algo memorable.  

Desde el primer vistazo hasta el momento en que el consumidor lo abre y lo usa, un packaging bien diseñado puede sorprender, deleitar y mejorar la conexión del consumidor con la marca. Entonces, ¿cómo puede el diseño de packaging ir más allá de lo superficial para realmente mejorar la experiencia del usuario? 

Ergonomía y usabilidad

El diseño ergonómico es esencial en cualquier producto, especialmente cuando se trata de packaging. Más allá de ser visualmente atractivo, un envase bien diseñado debe ser intuitivo, fácil de manejar y diseñado para adaptarse a la rutina diaria del consumidor. El agarre, la apertura, el peso y la forma son factores que influyen directamente en cómo el usuario interactúa con el producto y pueden marcar la diferencia entre una experiencia frustrante y una agradable. 

En la era actual, donde la practicidad y la comodidad son valores fundamentales para los consumidores, el diseño ergonómico de un packaging puede convertirse en un diferenciador clave frente a la competencia. Si un packaging es difícil de manejar o genera incomodidad en su uso, puede crear una percepción negativa del producto en general, afectando tanto la experiencia de usuario como la fidelidad a la marca. 

Un ejemplo claro de la importancia del diseño ergonómico lo encontramos en un proyecto que realizamos en Etform. La agencia colaboró con Choví en los nuevos diseños para su línea de salsas para carne. Se trataba de un nuevo concepto de envase, atractivo, innovador y único en el mercado, listo para colocar directamente sobre la mesa. Su forma permitía repartir la salsa de manera uniforme sobre los platos y disfrutar de todo su sabor, permitiendo un uso sin derrames.  

También desde Etform colaboramos con Chickles Gum para la realización de una tarta de chuches de venta en los supermercados de Mercadona. En un claro ejemplo de ergonomía y usabilidad ya que el envase se convierte en una tarta perfecta para celebraciones, deliciosa y divertida para endulzar cualquier ocasión especial. 

La facilidad de uso como parte integral del diseño

El packaging debe facilitar el uso del producto, no crear barreras. Una vez que el consumidor ha adquirido el producto, su experiencia no termina ahí; de hecho, apenas comienza.  

Un diseño de packaging eficaz asegura que el usuario pueda acceder al producto con facilidad, almacenarlo correctamente y, si es posible, reutilizar el envase. 

Desde Etform y junto con Mercader, colaboramos en el diseño del envase de las horchatas. El envase en un excelente ejemplo de facilidad de uso, especialmente para líquidos. Su diseño rectangular no solo permite un almacenamiento eficiente, sino que también facilita el vertido gracias a su apertura sencilla.  Además, su función de apertura y cierre, mantiene el contenido fresco sin necesidad de cambiar el envase a otro recipiente

También colaboramos junto con Chickles en el diseño de packaging del bote de las grageas de Chickles. Un diseño funcional y pensado para facilitar su uso. Cilíndrico, con tapa abatible, fácil de abrir y cerrar y diseñado para ser portátil y rellenable. 

Factor sorpresa: conectar a nivel emocional 

Una de las grandes oportunidades del diseño de packaging es el factor sorpresa, un elemento que puede convertir una experiencia cotidiana en algo extraordinario. Este componente en el packaging tiene la capacidad de generar una emoción inesperada y puede convertir una simple compra en una experiencia memorable. 

El factor sorpresa no siempre tiene que ser ostentoso; a veces, pequeños detalles ocultos en el diseño pueden marcar la diferencia. Una textura que no se anticipaba al tacto, un mensaje escondido en el interior del envase hasta un cambio sutil de color al abrir el paquete son ejemplos de cómo el packaging puede ir más allá de lo convencional y sorprender al usuario. 

Bombones Dark Collection

En nuestra agencia, hemos aplicado este factor en multitud de proyectos.

Uno muy especial es la caja de bombones Dark Collection, de venta en la cadena de supermercados Mercadona

En este diseño de packaging añadimos detalles visuales y sensoriales que transformaron el envase en una experiencia única. 

Kubitos Celebración

Otro claro ejemplo de cómo un buen diseño puede crear una conexión emocional y memorable con el consumidor es el proyecto de Kubitos Celebración, desarrollado junto a Chickles Gum. 

Este proyecto fue todo un desafío, ya que requería mantener el alto grado de atracción para el público infantil, sin dejar de lado la aceptación por parte de los padres. El objetivo era ofrecer una experiencia que gratificara a los niños, mientras los padres se sentían cómodos con el producto, gracias a un surtido divertido y de calidad. 

A través de una narrativa original en las ilustraciones y su continuación dentro del envase con una serie de pasatiempos, logramos crear una experiencia interactiva. El diseño del envase permitía a los niños desmontarlo, leer y pintar, convirtiendo la caja en un juego educativo y entretenido. 

Además, ofrecimos a los consumidores la opción de elegir entre un surtido de 6 Kubitos, cada uno con ilustraciones diferentes, permitiendo que los niños se identifiquen con sus personajes favoritos, reforzando así el vínculo emocional. 

El buen diseño de packaging no es solo estético, es funcional y emocional. A través de la ergonomía, la usabilidad y la sorpresa, se puede generar una experiencia que transforme el simple acto de comprar en una interacción significativa.  

En Etform, estamos preparados para ofrecer soluciones que lleven tu marca hacia la excelencia. Entendemos que cada detalle cuenta, y por ello aprovechamos al máximo el potencial del diseño de packaging para mejorar la experiencia del usuario y fortalecer la relación entre el producto y el consumidor. 

¿Te gustaría que tu packaging impacte en la experiencia del usuario?

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